Para el Maestro se había vuelto una costumbre, ir al monte de los Olivos a encontrarse con su Padre. Era el lugar donde había encontrado el antídoto para el veneno que hoy sacude al mundo, el cual muchos no toman, por no saber donde encontrarlo.
El Hijo de Dios se acerca día tras día a conversar con su Padre Celestial, el cual no solo le revelaba lo que había de ocurrir, además recibió la fuerza para superar la tentación.
La palabra nos enseña que en su ultima visita a este lugar de oración el Verbo hecho carne les revela a sus discípulos esta perla de gran precio:
y les dijo: Orad, para que no caigas en tentación.
¿Que evita que caigamos en la tentación?,¿ alguna ves has sentido que tus debilidades son más fuertes? ¿Has sentido que estas al borde de fallarle a Dios? entonces mira si estas orando.
Porque ORAR, nos da la capacidad de vencer la tentación.
Tómalo como un termómetro, y pregúntate a ti mismo, si tu vida de oración esta bien... si la respuesta no es positiva, ten cuidado, la tentación te esta dando vueltas alrededor.
Orad para que no Caigas en tentación
Adaptación del Evangelio según San Lucas 22:39-40
[LEo]
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